La Fortaleza del Real Felipe, conocida también, como Castillos del Callao, es una de las pocas obras arquitectónicas de características militares y la más grande que construyeran los españoles en América. Esta tenia como principal misión la defensa del Callao de los piratas y corsarios; ubicada en el puerto del Callao, en el Perú, fue hasta comienzos del siglo XIX, una de los lugares más tranquilos; reactivándose después, cuando los vientos independentistas empezaron a golpear con fuerza el pabellón de Castilla. Es allí cuando el virrey José Fernando de Abascal y Sousa, Marqués de la Concordia, ordena la construcción de un almacén para las armas y la artillería, así como un depósito que pudiera contener agua para 2.000 hombres sitiados por cuatro meses. Actualmente la Fortaleza del Real Felipe, es un museo que se encuentra a cargo del Ejército. Allí se pueden apreciar las diversas etapas que ha vivido dicha institución castrense. Lo interesante de la visita a dicha fortaleza, es tomar contacto con un auténtico monumento histórico, cuya leyenda llega a su cumbre con el protagonismo que asumió en la defensa de Lima, tanto en el combate del Dos de Mayo (1866) como en la guerra del Pacífico (1879-1883). Poseedor de dos entradas, el recinto militar presenta el ingreso principal, orientado hacia el antiguo Camino Real de Lima al Callao (hoy avenida Oscar R. Benavides), cuenta con un puente levadizo para salvar el foso de agua que originalmente rodeaba a la fortaleza; en tanto que la secundaria, ubicada en la parte trasera de la fortaleza, es conocida como la "Puerta del Perdón", pues fue utilizada durante el sitio del Callao (1825) por los desertores que se pasaban al lado patriota.
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